6 de septiembre de 2013 / 01:40 PM
El Papa Francisco llamó por teléfono a la italiana Anna Romano (35), una mujer que consideró abortar a su hijo y le envió una carta narrándole su historia. El Santo Padre respondió a su misiva con una llamada en la que le dijo que el cristiano no pierde la esperanza y que, de no encontrar a otro sacerdote, él mismo bautizará a su bebé cuando nazca.
Anna escribió en junio una carta al Pontífice tras enterarse de que estaba embarazada, y luego de que su pareja la abandonara tras revelarle que era casado, ya tenía un hijo y no se iba a hacer cargo del bebé. Este hombre le sugirió abortar.
El martes pasado hacia las cuatro de la tarde, Anna que actualmente vive y trabaja en Arezzo (Italia), recibió una llamada de un número desconocido de Roma. Al contestar "me quedé sin palabras", dijo.