25 de julio de 2004 / 11:13 AM
Durante la oración del Angelus que presidió en Castelgandolfo, el Papa Juan Pablo II hizo un enérgico llamado al mundo para detener las guerras en África, pero especialmente la masacre de cristianos en Darfur, Sudán.
Hoy “quisiera llamar vuestra atención sobre los trágicos acontecimientos que caracterizan ya desde hace tiempo a algunos países del querido continente africano”, dijo el Papa; quien señaló en primer lugar el conflicto que “desde hace más de dieciocho años”, sacude el norte de Uganda.
“Me dirijo a la comunidad internacional y a los responsables políticos nacionales para que acabe este trágico conflicto y se ofrezca una perspectiva real de paz a toda la nación ugandesa”, agregó.