"A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se abren escenarios cada vez más alarmantes. Como yo, muchas personas de todo el mundo sienten angustia y preocupación. Una vez más la paz de todos se ve amenazada por intereses partidistas", afirmó el Papa.
En esta línea, el Pontífice lanzó un llamado "a los responsables políticos para que examinen seriamente su conciencia ante Dios, que es el Dios de la paz y no de la guerra; que es el Padre de todos, no solo de algunos, que quiere que seamos hermanos y no enemigos".
"Rezo para que todas las partes implicadas se abstengan de llevar a cabo cualquier acción que pueda causar aún más sufrimiento a la población, desestabilizando la convivencia entre naciones y desprestigiando el derecho internacional", señaló entonces el Santo Padre.
Además, el Papa Francisco realizó un llamado "a todos, creyentes y no creyentes" porque "Jesús nos enseñó que a la diabólica insensatez de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno".