El Papa Francisco recibió en el Vaticano a unos 150 miembros de la Familia Paulina con motivo del 50 aniversario de la muerte del Beato Giacomo Alberione, fundador de las congregaciones religiosas, institutos de vida secular consagrada y de las asociaciones laicales que forman la Familia Paulina.
En su discurso, el Santo Padre realizó una semblanza del Beato Alberione. Reafirmó "la importancia de su carisma en el contexto actual, en la perspectiva de la nueva evangelización" y destacó también el don del Beato a la hora de identificar los signos de los tiempos.
Definió al beato como "ejemplar testigo de la Palabra que se nos presenta como retrato vivo". En ese sentido, recordó las palabras que el papa San Pablo VI dedicó al Beato: "Humilde, silencioso, incansable, siempre vigilante, siempre recogido en sus pensamientos que van de la oración a las obras, siempre dispuesto a interpretar los signos de los tiempos, es decir, las formas más genuinas de llegar al alma".