19 de noviembre de 2017 / 08:03 AM
Un día para ellos, para demostrarles que la Iglesia los ama y que son el "corazón del Evangelio". Un día en el que dejar atrás la indiferencia y en el que tomar conciencia del sufrimiento del prójimo.
Este domingo se ha celebrado la I Jornada Mundial de los Pobres por iniciativa del Papa Francisco. "Estamos llamados a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es también una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades, y a reconocer el valor que tiene la pobreza en sí misma", dice el Pontífice en el mensaje de esta Jornada.
A primera hora de la mañana, Francisco presidió una solemne Misa en la Basílica de San Pedro en la que participaron unos 8.000 pobres. También enfermos y personas que se ocupan de ellas, miembros de asociaciones e instituciones laicas y religiosas de la Iglesia.