Al recibir esta mañana las cartas credenciales de Hans-Henning Horstmann, nuevo embajador de la República Federal de Alemania ante la Santa Sede, el Papa destacó la necesidad de que en su tierra natal se mantenga la identidad cristiana y la apertura a Dios.
El Pontífice se refirió, durante su discurso, al tema de la misión universal de la Santa Sede, que "quiere trabajar con todos los seres humanos de buena voluntad al servicio de la persona y de su dignidad, integridad y libertad”, subrayando que el centro de la solicitud pastoral de la Iglesia es la salvación del ser humano y de la sociedad humana.
“La fe en Jesucristo que la Iglesia anuncia pasa solamente por la libertad. De ahí que la tolerancia y la apertura cultural deban caracterizar el encuentro con los demás”.