También está el programa de control de peso para unos 30 ó 40 niños, porque según explica, "hay muchos gemelos y trillizos. Y sus familias viven en chabolas con pocas condiciones higiénicas, por eso no siempre tienen lo necesario para alimentarles. Vienen desde el primer mes de nacimiento y si la madre lo necesita, se les ayuda con leche materna. Se les controlan el peso hasta que llegan al año".
Además las tres religiosas realizan visitas a domicilio "especialmente cuando vienen niños con bajo peso, para ver cómo están y en qué condiciones viven sus familias y así poder ayudarles mejor".
Aunque parezca imposible, las tres religiosas, ayudadas por tan sólo cinco mujeres contratadas sacan adelante todo el trabajo de esta obra social.
Sor Gloria explica su "secreto" para conseguirlo: "Nuestra jornada empieza desde primera hora de la mañana con la oración, pidiéndole fuerzas a Dios para que nos ayude y nos acompañe en el día. Buscamos que nuestra mirada hacia el otro sea la mirada que les daría Dios y verlos bajo esta perspectiva" y con humor añade: "No nos cansamos, lo hacemos con alegría".