5 de julio de 2013 / 11:01 AM
El Papa Francisco comenzó sus actividades públicas esta mañana inaugurando la estatua de San Miguel Arcángel, protector de la Iglesia Universal y patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano, en la plaza de la Gobernación. Lo hizo acompañado del Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI.
El Papa, además de inaugurar este nuevo monumento, procedió a la consagración del Estado de la Ciudad del Vaticano a San José y a San Miguel Arcángel.
Poco antes del inicio de esta ceremonia llegó Benedicto XVI, invitado por el pontífice, que fue saludado con gran afecto por los presentes. Inmediatamente llegó el papa Francisco quien abrazó con afecto a Benedicto XVI; ambos permanecieron juntos durante toda la ceremonia.