7 de febrero de 2014 / 10:25 AM
El Papa Francisco ha recibido a los obispos de la Conferencia Episcopal de Polonia al final de visita ad limina y se ha referido al Beato Juan Pablo II como el "gran Pastor que nos guía desde el Cielo y nos recuerda lo importante que es la comunión espiritual y pastoral entre los obispos" y ha exhortado a los prelados cuidar de la familia, la formación para el matrimonio, la promoción de la vida consagrada y el servicio a los pobres.
Las conversaciones que el Santo Padre ha tenido estos días con los prelados polacos han confirmado que la Iglesia en Polonia tiene "un gran potencial de fe y oración, de caridad y práctica cristiana" y todo ello "favorece la formación del pueblo cristiano, la práctica motivada y comprometida , la disponibilidad de los laicos y religiosos a cooperar activamente en la comunidad eclesial y en las estructuras sociales".
Sin embargo, también hay un cierto declive en varios aspectos de la vida cristiana que requieren "un discernimiento , una búsqueda de motivos y formas de afrontar nuevos retos, como -por ejemplo- la idea de la libertad sin límites, la tolerancia hostil o desconfiada de la verdad, o el malhumor por la justa oposición de la Iglesia al relativismo imperante".