Por su parte, Mons. Prieto Fernández dirigió "un cordial y afectuoso saludo a todas las autoridades civiles, políticas, académicas, judiciales, militares y a los agentes sociales, así como a tantos hombres y mujeres de buena voluntad, creyentes y no creyentes, cristianos y no cristianos, con el deseo de trabajar juntos, desde el respeto y el diálogo, en favor del bien común de las gentes y pueblos de la Archidiócesis de Santiago de Compostela".
"Cuando Dios nos llama, por medio de la Iglesia, a servir al Pueblo de Dios, uno no puede menos que sentir que la tarea encomendada excede las capacidades personales y que nadie está preparado cuando se le confía una responsabilidad así. Por eso, ante todo, agradezco al Señor que, por medio del Papa Francisco, haya confiado en mí para ejercer el ministerio episcopal al servicio de la Iglesia en Santiago de Compostela", indicó Mons. Prieto.