El vaticanista Sandro Magister advirtió que el libro escrito por Mons. Gerhard Ludwig Müller - Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe – y el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, no puede ser considerado como una reconciliación entre el magisterio de la Iglesia con la teología de la liberación, pues esta corriente ideológica ha sido severamente criticada por el Papa Francisco y sus predecesores.

En un artículo publicado en Espressonline.it, el vaticanista se refirió al libro "Desde el lado de los pobres. Teología de la liberación, la teología de la Iglesia", publicado en 2004 en Alemania sin suscitar una emoción especial, pero cuya "reimpresión italiana ha sido saludada por algunos como un viraje histórico, como si fuese la firma de un tratado de paz entre la teología de la liberación y el magisterio de la Iglesia".

En el texto, Magister recordó que Müller fue alumno y admirador de Gutiérrez, y que su nombramiento por Benedicto XVI como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe causó sorpresa, teniendo en cuenta que el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, cuando era responsable del dicasterio, publicó en 1984 y 1986 dos instrucciones con las que Juan Pablo II sometió a la teología de la liberación a una crítica muy severa por sus "graves desviaciones ideológicas" que traicionan "la causa de los pobres".

"Pero evidentemente -indicó Magister- Ratzinger consideraba aceptable la lectura que Müller hacía de las posiciones de Gutiérrez, ya que no sólo lo ha hecho prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, sino que le ha confiado también el cuidado de la edición completa de sus obras teológicas, que en alemán ya ha llegado casi a la mitad de la impresión".

Sin embargo, advirtió el vaticanista, para Mons. Müller la teología de la liberación debe contarse "entre las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX", tal como escribe en el libro a publicarse; donde afirma que "sólo por medio de la teología de la liberación la teología católica ha podido emanciparse del dilema dualista del más acá y del más allá, de la felicidad terrenal y la salvación ultraterrena".

La posición de Francisco

En su artículo, Magister advirtió que "la frase del Papa Francisco: 'Sueño con una Iglesia pobre y para los pobres' ha sido asumida por muchos como la coronación de esta absolución de la teología de la liberación", algo alejado de la realidad.

"El mismo Jorge Mario Bergoglio no ha ocultado jamás su desacuerdo con aspectos esenciales de esta teología. Sus teólogos de referencia no han sido jamás Gutiérrez, ni Leonardo Boff, ni Jon Sobrino, sino el argentino Juan Carlos Scannone, quien elaboró una teología, no de la liberación sino 'del pueblo', centrada sobre la cultura y la religiosidad de la gente común, en primer lugar de los pobres, con su espiritualidad tradicional y su sensibilidad por la justicia", recordó.

En ese sentido, señaló que un año después de la publicación del libro de Gutiérrez y Mons. Müller, el entonces Arzobispo de Buenos Aires expresó que "con el derrumbe del imperio totalitario del 'socialismo real', esas corrientes [de pensamiento] quedaron sumidas en el desconcierto, incapaces de un replanteamiento y de una nueva creatividad. Sobrevivientes por inercia, aunque haya todavía hoy quienes las propongan anacrónicamente".

"A juicio de Clodovis, el hermano de Leonardo Boff -indicó Magister-, el acontecimiento que signó el adiós de la Iglesia Católica latinoamericana a lo que quedaba de la teología de la liberación fue la Conferencia continental de Aparecida, en el año 2007, inaugurada por Benedicto XVI en persona y con su protagonista el cardenal Bergoglio".

Clodovis Boff, quien pasó de exponente de la teología de la liberación a uno de sus críticos más incisivos, advirtió en 2008 que "el error 'fatal'" de esta corriente "es colocar al pobre como 'primer principio operativo de la teología', sustituyendo a Dios y a Jesucristo".

"La 'pastoral de la liberación' se convierte en un brazo entre tantos de la lucha política. La Iglesia se asimila a una ONG y así se vacía también físicamente, ya que pierde operadores, militantes y fieles. Los 'de afuera' experimentan escasa atracción por una 'Iglesia de la liberación', porque para la militancia disponen ya de diversas ONGs, mientras que para la experiencia religiosa tienen necesidad de mucho más que una simple liberación social", indicó Clodovis.

En ese sentido, Magister añadió que "el peligro que la Iglesia se reduzca a una ONG es una señal de alarma que el papa Francia lanza repetidamente. Sería engañoso olvidarlo, al llevar a cabo hoy la relectura del libro de Müller y Gutiérrez".

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