El Papa Benedicto XVI expresó su “proximidad espiritual” a las víctimas del naufragio de un barco en el Mar Rojo, en Egipto, y de una “estampida” humana en un estadio de Manila, en Filipinas.
En dos telegramas, enviados en nombre del Santo Padre por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Angelo Sodano, el Papa deseó el “bienestar eterno” de los fallecidos.
“Tras conocer con pena el trágico accidente del barco egipcio Salam 98, Su Santidad Benedicto XVI me ha encargado de comunicar a las familias y allegados de los difuntos su proximidad espiritual”, indica el Purpurado en el telegrama.