En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la capilla de la Casa Santa Marta donde reside, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia de tener un corazón abierto a las sorpresas de Dios, a las novedades del Espíritu Santo, para que cada uno de los fieles sea capaz de superar la "idolatría de uno mismo" que se encierra en la obstinación de hacer las cosas porque "siempre se ha hecho así".
El Papa, señala Radio Vaticano, afirmó que "este es el mensaje que hoy nos da la Iglesia. Esto es lo que Jesús dice con tanta fuerza: 'Vino nuevo en odres nuevos'. A las novedades del Espíritu, a las sorpresas de Dios, incluso las costumbres deben renovarse. Que el Señor nos dé la gracia de un corazón abierto, de un corazón abierto a la voz del Espíritu, que sepa discernir lo que ya no debe cambiar, porque es un cimiento, de lo que debe cambiar para poder recibir la novedad del Espíritu Santo".
El Santo Padre meditó sobre la Primera Lectura en la que Dios rechaza a Saúl que escucha al pueblo antes que al Señor. El pueblo, tras vencer en una batalla, quería hacer un sacrificio con el mejor ganado porque "siempre se ha hecho así". Por ello el profeta Samuel reprocha a Saúl y lo cuestiona: "¿Acaso al Señor le agradan los holocaustos y los sacrificios sobre la obediencia a su voz?" Lo mismo –dice el Papa– nos enseña Jesús en el Evangelio".