Al finalizar la Audiencia General de este miércoles 17 de marzo en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco hizo un llamado al fin de la violencia, que "siempre es autodestructiva", en Paraguay y encomendó a la nación a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé.
El Pontífice se refirió a las protestas que desde principios de marzo se están produciendo en el país latinoamericano debido a la gestión de la pandemia de coronavirus por parte del Gobierno.
Los manifestantes protestan contra la vuelta a las duras restricciones, como confinamientos más estrictos o cierre de comercios, que están causando un grave perjuicio económico. Las protestas han sido duramente reprimidas por la policía, lo que ha agravado aún más la crisis política.