4 de octubre de 2012 / 09:48 AM
El Papa Benedicto XVI, siguiendo los pasos del Beato Juan XXIII que hace 50 años también llegó a Loreto, explicó en esta ciudad italiana que el "sí" de María al plan de Dios enseña que "la fe no quita nada a la criatura humana, sino que permite su plena y definitiva realización".
El Santo Padre llegó a esta localidad italiana para postrarse ante la Virgen de Loreto y encomendarle el Año de la Fe, que comenzará el 11 de octubre, y el Sínodo de los Obispos sobre la nueva Evangelización, como anunció ayer él mismo durante la Audiencia General.
En la Misa que celebró ante miles de fieles en la Plaza de la Virgen, delante de la fachada de la Basílica, el Papa se refirió a un "punto importante en la narración evangélica de la Anunciación que quisiera subrayar, un aspecto que no deja nunca de asombrarme: Dios solicita el ‘sí’ del hombre, ha creado un interlocutor libre, pide que su criatura le responda con plena libertad".