6 de mayo de 2019 / 02:54 AM
En el segundo día de su viaje apostólico por Bulgaria y Macedonia del Norte, el Papa Francisco visitó el centro de refugiados Vrazhdebna localizado en la periferia de Sofía, capital de Bulgaria.
El Santo Padre agradeció a todos los presentes, a los voluntarios, a los padres y, en particular, a los niños procedentes de Siria e Irak por los dibujos que realizaron y por haber cantado "cantos muy bonitos, los niños traen alegría en su camino, un camino no siempre bello, por el dolor de dejar su patria y tratar de integrarse en otra patria", dijo el Papa.
"Hoy el mundo de los migrantes y de los refugiados es un poco una cruz, una cruz de la humanidad y la cruz es tanta gente que sufre", afirmó el Pontífice, quien agradeció a todos por "su buena voluntad" y también "les deseó lo mejor a ellos y a los conciudadanos que dejaron en su patria, ¡Que Dios los bendiga, y recen por mí!", exclamó.