El Papa Francisco afirmó que la beatificación, este sábado 8 de diciembre en Orán, Argelia, de Mons. Pierre Claverie y de 18 compañeros, entre los que están los monjes de Tibhirine, asesinados en el país africano por odio a la fe en la década de 1990 es una oportunidad para sanar heridas del pasado y facilitar el encuentro y la convivencia.
El Santo Padre afirmó que las vidas de esos 19 religiosos y religiosas mártires se entregaron "por amor a Dios, al país y a todos sus habitantes".
Francisco también deseó que "esta celebración ayude a curar las heridas del pasado y a crear unas dinámicas nuevas de encuentro y convivencia como resultado de esta bendición".