En la audiencia general dedicada a reflexionar sobre su reciente viaje apostólico a África, el Papa Benedicto XVI resaltó los diversos aspectos de su fructífera visita al Continente, reducida por la prensa al tema del preservativo y la lucha contra el SIDA.
El Santo Padre comenzó subrayando que con su visita quiso “abrazar a todos los pueblos africanos y bendecirlos en el nombre del Señor”, comenzando por Camerún, un país que resume muchas de las características del continente africano, entre ellas “el alma profundamente religiosa que acomuna a los numerosos grupos étnicos que lo pueblan”.
El Papa describió luego su encuentro con los episcopados de Camerún, Angola y Sao Tomé y Príncipe, donde reafirmó “la urgencia de la evangelización, que compete en primer lugar a los obispos, subrayando la dimensión colegial fundada en la comunión sacramental”, e invitó a los prelados a “promover la pastoral del matrimonio y de la familia, de la liturgia y de la cultura, también para que los laicos puedan resistir al empuje de las sectas y los grupos esotéricos”, así como a proseguir en “el ejercicio de la caridad y la defensa de los derechos de los pobres”.