En la audiencia con el Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede este 8 de febrero, el Papa Francisco lamentó el terrorismo que "cada año cobra numerosas víctimas en todo el mundo entre la población civil indefensa" y destacó la importancia de la "libertad de culto" que deriva de la libertad religiosa.
Durante su discurso pronunciado en el aula de las bendiciones, el Santo Padre dijo "no puedo olvidar otra grave plaga de nuestro tiempo: el terrorismo, que cada año cobra numerosas víctimas en todo el mundo entre la población civil indefensa" y añadió que "es un mal que ha ido creciendo a partir de los años setenta del siglo pasado, y que tuvo un momento culminante en los atentados que el 11 de septiembre de 2001 afectaron a los Estados Unidos de América, matando casi a tres mil personas".
Además, el Papa señaló que "lamentablemente, el número de los atentados se ha ido intensificando en los últimos veinte años, golpeando diversos países en todos los continentes" y subrayó en particular el "terrorismo que afecta sobre todo al África subsahariana, pero también en Asia y en Europa".