El Papa Francisco ha mostrado esta mañana su pesar por el atentado terrorista ocurrido el pasado viernes al estallar una bomba en un estadio de fútbol en el sur de Bagdad (Irak), provocando la muerte de más de 50 personas, entre ellas niños y jóvenes.
A través del Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, el Pontífice asegura al Nuncio apostólico en el país, Mons. Alberto Ortega Martín, sentirse "entristecido por la noticia de la gran pérdida de vidas causada por el ataque terrorista en Iskanderiyah".
"Su Santidad Francisco ofrece fervientes oraciones por las víctimas y sus familias, invocando la misericordia de Dios para todos los fallecidos, así como el consuelo para todos los que sufren".