Fue un momento breve, pero de gran carga espiritual y simbólica. Por primera vez, desde el decreto de medidas para evitar la propagación del coronavirus, el Santo Padre saludó desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y bendijo y saludó a los fieles allí congregados para rezar el Regina Coeli.
La última vez que el Papa bendijo a los fieles en la Plaza fue el 1 de marzo. Después el gobierno italiano decretó el confinamiento de la población y otras medidas destinadas a evitar nuevos contagios de COVID 19 y el Estado de la Ciudad del Vaticano, en coordinación con las autoridades italianas, decretó el cierre de la Plaza de San Pedro.
Desde entonces, el Santo Padre presidió el rezo del Ángelus y de Regina Coeli, y la Audiencia General de los miércoles, desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, aunque al finalizar se asomaba a la ventana y bendecía una Plaza vacía de gente.