"El diablo está derrotado", "podríamos decir que está moribundo", pero todavía tiene gran poder, gran capacidad de seducción, es como un perro rabioso encadenado que tiene la capacidad de morder en cuanto ve la ocasión. Así lo describió el Papa Francisco, que insistió en la necesidad de no acercarse al demonio, no dialogar con él y refugiarse en la Virgen María cuando ataca con sus tentaciones.
En la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este martes 8 de mayo, el Santo Padre advirtió que "el diablo sabe qué palabras decir" para seducir a las personas, "y a nosotros nos gustar ser seducidos".
"Él, el diablo, tiene esa capacidad, esa capacidad de seducir", advirtió. "Por eso es tan difícil de entender que está derrotado, porque se presenta con gran poder, te promete muchas cosas, te da regalos bellos, bien envueltos. Y podemos pensar: '¡Oh, qué bonito!'. Pero tú no sabes qué es lo que hay dentro. Sabe presentar sus propuestas ante nuestra vanidad, ante nuestra curiosidad, y nosotros lo compramos todo, cedemos ante las tentaciones".