Al recibir en la mañana del jueves al Presidente de Rumania, Ion Iliescu, el Papa Juan Pablo II deseó para esta nación del este Europeo un futuro de paz y y posperidad.
El Pontífice señaló al Presidente rumano, que se encuentra en Roma para inaugurar una exposición en los Museos Vaticanos titulada “Esteban el Grande, puente entre Oriente y Occidente”, que este encuentro le ofrecía una ocasión “para recordar con emoción y reconocimiento” la visita realizada a Rumania en 1999.
“Peregrino de fe y de esperanza, fui acogido con entusiasmo por usted y por las autoridades estatales, por Su Beatitud el patriarca Teoctist y por todo el pueblo de la venerable Iglesia Ortodoxa de Rumania. Recibí un abrazo especialmente fraterno de los obispos y de las queridas comunidades católicas, tanto de rito bizantino como latino”.