En sus palabras previas al rezo del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI señaló que el Evangelio de hoy, “nos invita a interrogarnos sobre nuestra capacidad de escucha”, pues “antes de poder hablar de Dios y con Dios, hay que escucharlo”.

El Santo Padre indicó que “la liturgia de la Iglesia es la ‘escuela’ de esta escucha del Señor que nos habla”.

El Evangelio de hoy, indicó el Papa, “nos presenta a Jesús que ‘con la potencia del Espíritu’ se dirige el sábado a la sinagoga de Nazaret” donde “se levantó para leer y encontró un pasaje del profeta Isaías que inicia así: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, / porque me ha consagrado por la unción./ Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres’”.

“Jesús de hecho, finalizada la lectura, en un silencio cargado de atención, dice: ‘Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír’”.

El Papa señaló que “este pasaje evangélico interpela ‘hoy’ también a nosotros. Sobre todo nos hace pensar a nuestro modo de vivir el domingo: día del descanso y de la familia, pero antes que nada día que debemos dedicar al Señor, participando en la Eucaristía, con la cual nos nutrimos del Cuerpo y Sangre de Cristo y de su Palabra de vida”.

El Papa señaló además que el Evangelio “nos dice que cualquier momento puede convertirse en un ‘hoy’ propicio para nuestra conversión”.

“Cada día (kath?meran) puede convertirse el hoy salvífico, porque la salvación es historia que continúa para la Iglesia y para cada discípulo de Cristo. Este es el sentido cristiano del ‘carpe diem’: ¡aprovecha el hoy en el que Dios te llama para donarte la salvación!”.

“Que la Virgen María sea siempre nuestro modelo y nuestra guía en el saber reconocer y acoger, cada día de nuestra vida, la presencia de Dios, Salvador nuestro y de toda la humanidad”, concluyó.