Al recibir esta mañana en Castelgandolfo las cartas credenciales de Jasna Krivosic-Prpic, nueva Embajadora de Bosnia-Herzegovina ante la Santa Sede, el Papa Benedicto XVI alentó la consolidación del proceso de reconciliación en este país y recordó la necesidad de educar a los niños y jóvenes sin tener en cuenta prejuicios y formándolos en la tolerancia.
Tras comentar que "a lo largo de la historia, las diferencias culturales y étnicas han sido a menudo fuente incomprensiones y de fricción, como saben muy bien cada uno de los tres pueblos que constituyen su país", el Papa subrayó que "nadie desea la guerra" y "ningún grupo civil o religioso debería recurrir a la violencia o la opresión".
"Y, a pesar de ello, tantas familias en su tierra han padecido las consecuencias de estas calamidades. Sin embargo, escuchando la voz de la razón y movidos por la esperanza que deseamos tanto para nosotros como para las generaciones venideras, toda persona puede encontrar la fuerza para superar las divisiones pasadas".