24 de abril de 2008 / 10:23 AM
El Papa Benedicto XVI se dirigió este mediodía a los obispos de la región del Cáucaso: Armenia, Azerbaiyán y Georgia; y los alentó a sostener a sus fieles para que "frente a las dificultades no pierdan la alegría de profesar la fe y de pertenecer a la Iglesia Católica".
El Santo Padre, que recibió a los prelados en su visita "ad limina", recordó que "tras la caída de la Unión Soviética, vuestras poblaciones han conocido cambios sociales significativos en el camino del progreso, pero siguen existiendo situaciones difíciles: hay muchos pobres, desocupados y refugiados, que las guerras han alejado de sus casas".
Sin embargo, precisó Benedicto XVI, "la llama del Evangelio" no se ha apagado en el Cáucaso "a pesar de las contraposiciones violentas, tanto internas como externas, que han causado numerosas víctimas, entre las que la Iglesia incluye a muchos mártires de la fe".