El Papa Francisco recibió esta mañana a los delegados de la Federación Luterana Mundial y a los representantes de la Comisión para la Unidad Luterano-Católica, a quienes exhortó a seguir trabajando, a través de la conversión de los corazones, para llegar a la plena comunión de los cristianos.
En su discurso, el Santo Padre agradeció "al Señor Jesús por los numerosos pasos que las relaciones entre luteranos y católicos han dado en las últimas décadas y no solo a través del diálogo teológico, sino mediante la colaboración fraternal en múltiples ámbitos pastorales y, especialmente, en el compromiso para progresar en el ecumenismo espiritual".
Precisamente el ecumenismo espiritual constituye, de alguna manera, "el alma del camino hacia la comunión plena y hace posible saborear de antemano alguno de sus frutos, aunque imperfecto: a medida que nos acercamos con humildad de espíritu al Señor nuestro, Jesucristo, estamos seguros de acercarnos también entre nosotros y a medida en que invocamos del Señor el don de la unidad, estamos seguros de que Él nos tomará por la mano y será nuestra guía".