14 de septiembre de 2017 / 05:38 AM
En una audiencia con los obispos nombrados en el último año, el Papa Francisco les advirtió que no pueden ser protagonistas ni narcisistas, sino que tienen que dar un auténtico testimonio de Dios.
Su misión "no es llevar ideas o proyectos propios, ni soluciones abstractas ideadas por quien considera la Iglesia un huerto en su casa, sino humildemente, sin protagonismos o narcisismos, ofrecer vuestro testimonio concreto de unión con Dios, sirviendo al Evangelio que va cultivado y ayudado a crecer en esa situación específica".
Además, recordó que el hombre "continúa gritando la necesidad de ser ayudado a afrontar las dramáticas cuestiones que lo atormentan, de ser paternalmente guiado en el recorrido no obvio que lo desafía, de ser iniciado en el misterio de la propia búsqueda de vida y felicidad".