Al recibir esta mañana en el palacio apostólico de Castelgandolfo a representantes de países de mayoría musulmana que mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede y algunos líderes musulmanes locales, el Papa Benedicto XVI reiteró su profundo respeto por el Islam como religión; pero señaló que el diálogo sincero entre católicos y musulmanes es vital para el futuro de la humanidad.
En la reunión con el Pontífice, realizada a puerta cerrada, participaron los jefes de las misiones de Kuwait, Jordania, Pakistán, Qatar, Costa de Marfil, Indonesia, Turquía, Bosnia-Herzegovina, Líbano, Yemen, Egipto, Irak, Senegal, Argelia, Marruecos, Albania, Liga de los Estados Árabes, Siria, Túnez, Libia, Irán y Azerbaiyán, así como 14 miembros de la Consulta islámica en Italia y dos representantes del Centro Islámico Cultural de Italia y de la Oficina de la Liga Musulmana Mundial.
"Hoy quisiera resaltar –dijo el Santo Padre hablando en francés– toda la estima y el profundo respeto que nutro por los creyentes musulmanes".