14 de marzo de 2008 / 10:21 AM
Al presidir una liturgia penitencial con los jóvenes de Roma en preparación de la 23º Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Benedicto XVI advirtió que "aparentemente el hombre no ha perdido nada", refiriéndose a la situación contemporánea, "pero le falta el alma y con ésta le falta todo".
"El ser humano no puede tirar su alma, dado que es la que lo hace persona y sin embargo, tiene la espantosa posibilidad de ser inhumano, de seguir siendo persona vendiendo y perdiendo al mismo tiempo su propia humanidad", indicó el Pontífice recordando una de sus meditaciones de Pentecostés cuando era Arzobispo de Munich y Freising, inspirada en la película "Seelenwanderung".
En este filme, uno de los personajes vende su alma a cambio del éxito. "Desde el momento en que se libró de su alma no tuvo miramientos ni humanidad demostrando, de forma impresionante, cómo detrás de la fachada del éxito se esconde a menudo una existencia vacía", indicó.