15 de septiembre de 2012 / 12:20 PM
En su discurso a los más de 25 mil jóvenes que se encontraron con él esta tarde (hora local) en el Líbano, el Papa Benedicto XVI los animó a ser testigos y mensajeros de la alegría de Cristo, así como promotores de la paz y la reconciliación a través del perdón.
A las 6:00 p.m. (hora local), el Papa llegó al Patriarcado Maronita de Bkerké, en donde se encontró con miles de jóvenes, además de otros miles de religiosos y seminaristas. En el encuentro había también jóvenes musulmanes y un grupo de jóvenes refugiados de Siria, quienes participaron de la Celebración de la Palabra.
Benedicto XVI escuchó el testimonio de algunos muchachos sobre la vida cristiana en ese país. Una de ellos le dijo al Papa: "Santidad, su presencia en el Líbano, no obstante nuestra situación, es una desafío a la lógica de la guerra y la desesperación. Es un signo de paz y de esperanza".