El presidente del Servicio Jesuita para los Refugiados (SJR) en Roma, Padre Giovanni La Manna, denunció que el mar Mediterráneo se ha convertido en un cementerio a cielo abierto, a raíz de la muerte de siete inmigrantes africanos que luchaban por sobrevivir encaramados a una trampa para atunes perdida en medio del Mediterráneo.

El P. La Manna trabaja asistiendo a los refugiados sin papeles que llegan a Roma y denuncia que estas muertes "son una blasfemia". "Hemos conseguido que el mar Mediterráneo se convierta en un cementerio a cielo abierto. Debemos frenar esta masacre de inocentes", clamó.

La fotografía tomada el 16 de junio a 95 africanos encaramados a la trampa para atunes que arrastraba un barco pesquero ha dado la vuelta al mundo y escandalizado a la opinión pública.

Los prófugos fueron socorridos por la guardia costera italiana, intentaban alcanzar la península en busca de un futuro mejor atravesando las aguas, pero su pequeña embarcación de goma naufragó. Siete de ellos murieron, el resto, a causa de la fatiga y las condiciones extremas no pudieron hacer nada para ayudarlos y han podido explicar a los medios de comunicación la fatídica odisea.

El P. La Manna recibe cada día en su centro de Roma a cientos de refugiados sin papeles a quienes asiste en todos los campos posibles. Muchos de ellos llegan con problemas de desnutrición, pero también con trastornos mentales a causa de la guerra y la persecución.

El sacerdote jesuita considera que la comunidad internacional no debería permitir esto y sugiere la colaboración, y la creación de canales seguros que permitan a las víctimas en fuga alcanzar Europa y acceder a su derecho de asilo político.

Con motivo del Día del Refugiado celebrado el pasado el 20 de junio, el P. La Manna ha organizado una muestra fotográfica como parte de una campaña de sensibilización social titulada "Santuario y Nutrición". La iniciativa ha estado hecha en colaboración con la organización Art Works Projects for Human Rights, y su objetivo es aumentar la consciencia de la opinión pública para que se favorezcan los derechos fundamentales de los refugiados y personas en necesidad de asilo político, y se contribuya de manera especial a su acogida, alimentación e instrucción.

Además, los jesuitas proyectaron en la fachada de la impresionante Iglesia del Gesù en Roma una composición de fotografías inéditas en los campos de refugiados en Siria y el Congo, ambos países en sumidos en una confusa guerra política.

Las imágenes fueron tomadas por el personal del JRS que trabaja en los campos para refugiados de Oriente Medio y de África, y relatan la experiencia de vida de estas personas, y estarán disponibles para el público hasta el 30 de junio. Además, también se expondrán en los centros para el refugiado jesuitas en Nueva York (Estados Unidos), y Beirut (Líbano).

A través de un mensaje, el Presidente del Senado Italiano, Pietro Grasso, ha subrayado "el valor del trabajo" que los jesuitas con el que asisten y devuelven la esperanza a los inmigrantes.

"Los refugiados son personas como nosotros que por causas ajenas a su voluntad, se ven obligados a abandonar su casa, país, trabajo y a menudo familia, para comenzar una nueva vida en otro país", escribió el mandatario.