Al finalizar la Misa de dedicación del templo de la Sagrada Familia, el Papa Benedicto XVI rezó el ángelus con los miles de fieles presentes en las afueras del templo. En sus palabras el Santo Padre señaló que Cristo, Dios mismo, "en el silencio del hogar de Nazaret, nos ha enseñado sin palabras, la dignidad y el valor primordial del matrimonio y la familia, esperanza de la humanidad, en la que la vida encuentra acogida desde su concepción hasta su declive natural".
Luego de estas palabras respondidas por el entusiasmo y los aplausos de los miles de fieles presentes, el Papa dijo que el Señor Jesús "nos ha enseñado también que toda la Iglesia, escuchando y cumpliendo su Palabra, se convierte en su Familia. Y más aún nos ha encomendado ser semilla de fraternidad que sembrada en todos los corazones aliente la esperanza".
Antoni Gaudí, continuó, logro convertir el templo de la Sagrada Familia en "una alabanza a Dios hecha en piedra. Una alabanza a Dios que, como en el nacimiento de Cristo, tuviera como protagonistas a las personas más humildes y sencillas".