1 de mayo de 2014 / 12:29 AM
Andreas Widmer dedicó dos años de su vida a cuidar de San Juan Pablo II como integrante de la Guardia Suiza Pontificia y asegura que el nuevo santo le dejó gran lección: "si nos dejamos cuidar por Dios, el cielo es el límite". En declaraciones a CNA, agencia del Grupo ACI, Andreas Widmer dijo que "la mejor prueba de eso es que fue la persona más plenamente humana que he conocido" y que pese a ser el Papa, Juan Pablo II fue un "hombre normal".
Widmer dijo que con él "podías pasarlo muy bien" y esta normalidad refleja la importancia de Juan Pablo II en que todas las personas se sientan llamadas a la santidad.
"Siempre decía que todos conocemos a los santos" y que "Dios nos hace ser santos y querer ser santos, entonces realmente deberíamos intentarlo", indicó.