Al presentar esta mañana durante la Audiencia General la figura de San Gregorio de Nisa, el Papa Benedicto XVI resaltó siguiendo el pensamiento de este insigne representante de los Padres Apostólicos, que "el fin del ser humano es el de asemejarse a Dios, un fin al que llega sobre todo a través del amor, el conocimiento y la práctica de las virtudes”.
Después de trasladarse en helicóptero al Vaticano desde su residencia de verano en Castelgandolfo, a unos 25 kilómetros al sur de Roma, el Santo Padre presidió el tradicional encuentro de los miércoles en la Plaza de San Pedro y volvió a hablar de este santo obispo del siglo IV que manifestaba "una concepción muy elevada de la dignidad del ser humano".
Ante unos 16 mil feligreses, el Pontífice señaló que para este Padre Apostólico "el fin del ser humano es el de asemejarse a Dios, un fin al que llega sobre todo a través del amor, el conocimiento y la práctica de las virtudes, en un movimiento perpetuo de adhesión al bien, así como el corredor se lanza hacia delante".