Al llegar al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida y luego de orar emocionadamente consagrando su misión ante la imagen de la Madre, el Papa Francisco recorrió el colosal santuario mariano acompañado por uno de los más importantes y poco conocidos artistas plásticos católicos contemporáneos: Claudio Pastro.
Pastro, que muchos llaman "el Miguel Angel de Aparecida", ha convertido durante la última década el principal santuario mariano del Brasil y uno de los más grandes del mundo, de un impersonal bloque de ladrillo y cemento en una verdadera obra de arte católica, llena de símbolos evangelizadores.
Pastro nació en São Paulo en 1948 y desde 1975 se dedicó al arte sacro, aplicando una técnica propia, al mismo tiempo contemporánea, elegante y católica; que perfeccionó en la Abadía de Notre Dame de Tournay (Francia), en el Museo de Arte Sacro de Cataluña (España), en la Academia de Bellas Artes Lorenzo de Viterbo (Italia), en la Abadía Benedictina del Tepeyac (México).