1 de agosto de 2009 / 09:03 AM
Al recibir este sábado a los dirigentes y atletas que participan en el campeonato mundial de natación en la Villa Deportiva de Roma, el Papa Benedicto XVI recordó que el deporte, en sus múltiples formas, puede convertirse en una escuela de valores humanos y espirituales.
"Con vuestras competencias ofrecéis al mundo un convincente espectáculo de disciplina y de humanidad, de belleza artística y de voluntad tenaz. Mostráis a qué metas puede conducir la vitalidad de la juventud, cuando no rechaza la fatiga de los duros entrenamientos y se aceptan de buena gana tantos sacrificios y privaciones," dijo el Santo Padre.
"Todo esto –agregó- constituye también para vuestros coetáneos una importante lección de vida”.