Anthony Fuina, un estadounidense padre de familia, se curó de cáncer de colon gracias a la intercesión del Santo Padre Pío de Pietrelcina a quien la Iglesia celebra hoy.
En 1997 a Anthony le detectaron un gran tumor en el colon y los médicos le dijeron que debía quitárselo por partes. Un día mientras él esperaba los resultados de la primera operación lo llamaron por teléfono, pero no era del hospital sino su agente de bienes de raíces que le pedía que llevara las llaves de su casa para mostrarla a los clientes.
Camino al lugar, mientras Anthony conducía, un desconocido se acercó a su auto y le pidió que lo llevara a una determinada calle. Anthony nunca había hecho esto, pero por una extraña razón se sentía ligado a ese desconocido.