La belleza del arte musical eleva el alma a Dios y conduce a la paz y la justicia, dijo el Papa Benedicto XVI el jueves por la tarde al final del concierto en su honor ejecutado en el Aula Paulo VI por la Orquesta Filarmónica de Munich y a los miembros del coro de la Catedral de Ratisbona y del Athestis Chorus.
El Santo Padre aseguró sentirse orgulloso de que el coro de la Catedral de Ratisbona lo haya dirigido “con pasión durante treinta años mi hermano Georg, y ahora, con el maestro Roland Büchner, se encuentra de nuevo en muy buenas manos”.
Refiriéndose a las piezas interpretadas y a sus autores, desde Palestrina hasta Richard Wagner, desde Wolfgang Amadeus Mozart hasta Giuseppe Verdi y Hans Pfitzner, dijo "nos habéis hecho experimentar algo de la inmensidad de la creatividad musical, que en definitiva, siempre se ha nutrido de las raíces cristianas de Europa”.