“El amor de Dios es fuente, meta y sostén de toda santidad”, afirma el Papa Francisco

El Papa Francisco saludó este lunes a los fieles de rito siro-malabar que participaron ayer en la canonización de los nuevos santos indios, P. Kuriakose Elías Chavara de la Sagrada Familia y sor Eufrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón, quienes enseñaron que "el amor de Dios es fuente, meta y sostén de toda santidad" y que "el amor al prójimo es la manifestación más límpida del amor al Señor".

El P. Kuriakose Elías Chavara de la Sagrada Familia fundó la Congregación de los Carmelitas de María Inmaculada y nació en Kerala en 1805, falleció en 1871; la hermana Eufrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón nació en Kattor en 1877 y falleció en 1952.

El Papa afirmó que "el P. Kuriakose Elías Chavarra y sor Eufrasia Eluvathingal, religiosa del Instituto que él fundó, recuerdan a cada uno de nosotros que el amor de Dios es fuente, meta y sostén de toda santidad, mientras que el amor al prójimo es la manifestación más límpida del amor al Señor".

"En efecto, el P. Kuriakose Elías fue un religioso activo y contemplativo que entregó generosamente su vida por la Iglesia siro-malabar, obrando con el lema: 'santificación de sí y salvación de los demás'. Mientras que sor Eufrasia vivió en profunda unión con Dios y su vida de santidad fue ejemplo e impulso para la gente, que le dio el sobrenombre de 'Madre orante'. Esto es para las religiosas... que sean orantes", señaló Francisco.

Por ello, alentó a la Iglesia en la India a que "estos nuevos santos les ayuden a atesorar su lección de vida evangélica ¡Sigan sus huellas, imitando, en particular, su amor a Jesús Eucaristía y a la Iglesia, para progresar en la senda de la santidad! Con este anhelo, que acompaño con la oración, renuevo a todos ustedes y sus seres queridos la Bendición Apostólica. Gracias".

Los fieles de rito siro-malabar estuvieron encabezados por el Cardenal George Alencherry. Francisco también saludó a los fieles de rito siro-malankar, que se unieron a esta celebración, encabezados por el Cardenal Baselius Mar Cleemis.