El arzobispo de Washington D.C., Cardenal Donald Wuerl, al orar por las víctimas del tiroteo ocurrido en una instalación naval en Estados Unidos, señaló que tanto los heridos como sus familias pueden encontrar consuelo en la esperanza dada por Cristo y que "sólo el amor puede vencer la violencia. Sólo el amor reemplaza y es victorioso, incluso en la muerte".

El lunes 16 de setiembre a las 8:20 a.m.  el contratista militar, Aaron Alexis (34), quien tenía un historial de problemas mentales, portando una escopeta, un rifle de asalto y una pistola abrió fuego de manera indiscriminada en la sede del Mando de Operaciones de la Armada estadounidense en Washington D.C.  dejando un saldo de 13 personas muertas, incluyéndolo a él, y una docena de heridos.

En una Misa celebrada el 17 de septiembre en la Catedral San Mateo Apóstol en Washington D.C., Cardenal Wuerl dijo que en primer lugar "nos encomendamos a las manos amorosas y misericordiosas de nuestro Dios, Él único que puede juzgar los corazones humanos de las almas de todos los que murieron" en la tragedia.

También pidió la consolación para las víctimas y sus familias, citando una de las bienaventuranzas de Cristo: "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consuelo" y añadió que "nuestro consuelo se basa en la esperanza" enseñando que "esta esperanza es un estar constantemente conscientes del poder de la resurrección de Cristo y nuestro destino de estar con él y las almas de los fieles difuntos en el cielo".

El Arzobispo reflexionó sobre la forma rápida con la que crece la delincuencia en el país lo que debe recordar a todos el estar espiritualmente preparados.

"La muerte llegó de repente y de forma inesperada a personas que trabajaban en la instalación naval. Es un recordatorio para todos nosotros que no sabemos el día ni la hora de la visita de la muerte. Jesús nos llama siempre a caminar de una manera que podemos ir a su encuentro cuando llegue ese momento", expresó.

Muchas de las víctimas eran empleados civiles y contratistas, ninguno era el personal militar en servicio activo, según la información dada a conocer por la policía.

Cardenal Wuerl destacó la naturaleza sanadora de la Misa, tanto para las víctimas y sus seres queridos, y dijo que esta sanación "toca lo que está herido y roto en nuestro mundo".

"Nuestra oración por la sanación se ofrece también para todo aquello que fomenta una cultura violenta, una cultura de la muerte", indicó el Purpurado y recordó que los cristianos, en virtud de su bautismo, deben construir "la civilización del amor" y manifestar en el mundo "el reino de Dios de la paz, la verdad, la justicia, la bondad, la compasión y la comprensión".