La cruz, el altar y la Piedad no son los únicos elementos de valor religioso y artístico que se han salvado del incendio. La Catedral custodiaba importantes reliquias y obras de arte, algunas vinculadas a la Pasión del Señor. De entre ellas, cabe destacar la Corona de Espinas, un clavo de Cristo y un fragmento de la Cruz de Cristo.
Las tres se han salvado de las llamas. Las reliquias, en realidad, son propiedad del Estado Francés, al igual de la Catedral, pero, en virtud del Concordato con la Santa Sede, se custodian en la sede catedralicia.
Otro elemento importante que parece haberse salvado, aunque todavía debe evaluarse su estado, es el órgano de la Catedral, obra del siglo XIX del fabricante Aristide Cavaillé-Coll. También las vidrieras, algunas originales del siglo XIII otras reproducciones del siglo XIX, parecen haber resistido mejor de lo esperado, aunque se desconoce si se conservan en su integridad.
Asimismo, la sillería del coro del siglo XVIII, situado en el presbiterio, parece haberse salvado del fuego, aunque puede haber sufrido graves daños debido a las altas temperaturas que podrían haber afectado a los barnices que la recubría.