Pese a que el número de estadounidenses que se considera cristiano ha disminuido en los últimos años, en el caso del Congreso 9 de cada 10 de los nuevos miembros afirman ser adherentes a la fe cristiana.
Según un análisis del Congreso 115º, un 91% de los miembros entrantes del Parlamento se autodescribe como cristiano.
En el caso de los republicanos, cerca del 67% es protestante, mientras que el 27% es católico. Entre los demócratas, el 42% es protestante y el 37% es católico.