El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Francis George, expresó la solidaridad del Episcopado con los católicos de Irak luego del brutal ataque perpetrado por extremistas musulmanes que acabó con la vida de 58 personas y dejó heridas a unas 80. Asimismo señaló que el gobierno de su país tiene la "obligación moral de no abandonar a aquellos iraquíes que no pueden defenderse".
En una declaración con fecha de ayer, el también Arzobispo de Chicago señala que "nos solidarizamos con los obispos, la Iglesia y el pueblo de Irak en su urgente búsqueda por mayor seguridad, libertad y protección. Pedimos a Estados Unidos que tomen medidas adicionales para ayudar a que Irak proteja a sus ciudadanos, especialmente los más vulnerables".
En la declaración el Cardenal George indica que "compartimos la preocupación de los obispos de Irak sobre el hecho de que Estados Unidos ha fracasado en la ayuda a los iraquíes para lograr la voluntad política y maneras concretas para proteger la vida de los ciudadanos, especialmente los cristianos y otras minorías vulnerables, y asegurar a los refugiados y desplazados que puedan retornar a casa de manera segura".