Tras el anuncio de la renuncia del Papa Benedicto XVI, numerosos Obispos estadounidenses expresaron su gratitud por sus más de ocho años de servicio como Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal.
El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Cardenal Timothy Dolan, señaló que "el Santo Padre trajo a su pontificado el tierno corazón de un pastor, la mente incisiva de un erudito y la confianza de un alma unida a su Dios en todo lo que hizo".
El Purpurado indicó que la renuncia es otra muestra de su gran cuidado para la Iglesia, "estamos tristes pero agradecidos por sus ocho años de liderazgo desinteresado como sucesor de San Pedro".