Educar en la esperanza y ser testimonio de Cristo, alienta a educadores Cardenal Vallini

El Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, envió una carta en la que alienta a los profesores católicos a educar en la esperanza a los niños y jóvenes, dando un claro testimonio del Evangelio de Cristo y esforzándose siempre por dar esta importante contribución a la cultura contemporánea.

En su carta titulada "Educar con esperanza", el Purpurado señala que en esta importante misión, es necesario recordar el papel de las familias. "No podemos olvidar que los primeros educadores son y serán siempre los padres, por ello dialoguen con las mamás y los papás de vuestros alumnos".

Asimismo, el Purpurado alienta a los educadores a "ser testimonio. En la base del mismo debe haber un sólido profesionalismo, responsablemente ejercido y constantemente actualizado. La rectitud moral no se sustituye por las competencias profesionales, pero las promueve y las cultiva".

En el texto que aparece exactamente un año después de la carta del Papa Benedicto XVI a los educadores, el Cardenal Vallini pide "ser testimonio de la verdad del amor de Dios. Los niños, y jóvenes buscan ardientemente figuras de referencia creíbles: educadores sólidos, confiables y capaces de ofrecer en el momento oportuno una palabra de afectuosa cercanía, percibida entre ambos como un gesto de amor".

Tras precisar que esta "especial misión" se da en las escuelas católicas "que proponen promover una cultura en cuya concepción del hombre están anclados los valores del Evangelio", el Vicario del Papa para la Diócesis de Roma indica también que "la escuela laica, también solicita vuestra contribución, entendiendo que una educación sin dimensión religiosa estaría incompleta".

Por ello, prosigue "no se contenten con presentar los hechos religiosos del Cristianismo: hablen también de Aquél de quien la historia y la cultura cristiana toman su nombre de origen. Toda presentación del Cristianismo que no pone al centro a la persona de Jesús de Nazaret, el Señor de la historia resucitado y vivo, se convierte en parcial y engañosa".

Finalmente el Cardenal Vallini exhorta a que "frente a los desafíos que también la escuela nos llama a afrontar en la tarea maravillosa de la educación, no se desalienten nunca: eduquen con esperanza y entusiasmo. La buena semilla a su tiempo dará fruto".