Al recibir el mediodía del sábado a los miembros de la Fundación Centesimus Annus-Pro Pontífice, el Papa Benedicto XVI exhortó a que sus trabajos "inspirándose en los principios eternos del Evangelio, elaboren una concepción de la economía moderna respetuosa de las necesidades y los derechos de los débiles".
El Santo Padre resaltó que esta reunión "asume un significado y un valor especial teniendo en cuenta la situación que vive en estos momentos la humanidad", ya que "la crisis financiera y económica en los países industrializados, los emergentes y los que están en desarrollo, demuestra que hay que replantearse algunos paradigmas económico-financieros dominantes en los últimos años".
Asimismo se congratuló por el trabajo que la Fundación ha llevado a cabo para "individuar cuales son los valores y las reglas a los que debe atenerse el mundo económico para poner a punto un modelo de desarrollo más atento a las exigencias de la solidaridad y más respetuoso de la dignidad humana".