4 de junio de 2012 / 09:42 AM
El Papa Benedicto XVI señaló que aunque a veces pareciera que la Iglesia está a merced de adversarios difíciles, Dios siempre tiene en sus manos en gobierno del mundo y el corazón de los hombres.
Así lo indicó el Santo Padre al concluir ayer el almuerzo en el Arzobispado de Milán (Italia), en donde estuvo hospedado desde el día viernes en ocasión del 7º Encuentro Mundial de las Familias realizado bajo el lema: "La familia, el trabajo y la fiesta" en el que participaron poco más de un millón de personas de 150 países de todo el mundo.
En un muy breve discurso improvisado, el Papa dijo: "quisiera simplemente dar las gracias por todo lo que he vivido en estos días: esta experiencia de Iglesia viva".