22 de octubre de 2013 / 01:12 PM
El Papa Francisco meditó esta mañana, en la Misa que presidió en la Casa Santa Marta, sobre la acción del Señor en la vida del hombre y explicó que Dios se acerca a las miserias, a las llagas del hombre y las cura, salva a las personas con su propia vida, con su amor y misericordia especialmente para los que son más pecadores.
Inspirándose en la Primera Lectura de hoy, que corresponde a un pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos, el Papa explicó que la Iglesia, "cuando quiere decirnos algo" sobre el misterio de Dios, usa sólo una palabra: "maravillosamente". Porque este misterio, dijo, es "un misterio maravilloso":
"Contemplar el misterio, esto que Pablo nos dice aquí, sobre nuestra salvación, sobre nuestra redención, sólo se comprende de rodillas, en la contemplación. No sólo con la inteligencia. Cuando la inteligencia quiere explicar un misterio, siempre – ¡siempre! – ¡se vuelve loca! Y así ha sucedido en la historia de la Iglesia. La contemplación: inteligencia, corazón, rodillas, oración… todo junto, entrar en el misterio. Esta es la primera palabra que tal vez nos ayude".