Las diócesis del estado de Nueva York (Estados Unidos) volvieron a expresar su rechazo a las nuevas restricciones del gobierno por la pandemia del COVID-19 que llevaron al cierre de más de veinticuatro iglesias, pese a que no hay evidencia de brotes del virus en los templos católicos.
El martes 20 de octubre, el director de comunicaciones de la Conferencia Católica de Nueva York, Dennis Poust, dijo a CNA, agencia del Grupo ACI, que las diócesis estatales "no están al tanto de ningún brote del virus relacionado con una Iglesia católica en ninguna parte del estado, incluidas las llamadas 'zonas calientes'", que presentan un alto número de personas contagiadas.
A principios de octubre, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, presentó una iniciativa que asigna un color (rojo, naranja y amarillo) a cada código postal del estado para indicar el nivel de nuevos casos de COVID-19 que se registren. Además, presentó nuevas restricciones para cada tipo de actividad (no esencial, lugares de culto, negocios, restaurantes y colegios) de acuerdo al color asignado.